Redactado por Vilmar Trinta | Entrevista a Dr. Carlos Maldonado, Director Médico de Provider PR
▶ Educar al paciente sobre cuándo acudir a una sala de urgencia o emergencia es clave para optimizar los recursos de salud, mejorar los resultados clínicos y fortalecer la relación médico-paciente. 
Los médicos primarios y sus equipos tienen un rol fundamental en educar, orientar y empoderar al paciente para que pueda identificar cuándo es apropiado acudir a una sala de emergencia y cuándo existen alternativas viables como las salas de urgencia o el seguimiento ambulatorio.
“Una orientación clara y constante desde la oficina médica puede evitar visitas innecesarias a las salas de emergencia y fomentar que el paciente busque atención en el lugar correcto, según su condición”, explicó Dr. Carlos Maldonado, Director Médico de Provider PR.
Maldonado destacó que esta educación preventiva no solo mejora los resultados clínicos, sino que también protege al proveedor ante posibles reclamaciones relacionadas con falta de orientación o negligencia. Además, contribuye a descongestionar las salas de emergencia, permitiendo que los recursos se concentren en los casos que realmente lo ameritan.
Uno de los principales motivos por los que muchos pacientes deciden acudir directamente a una sala de emergencia es la falta de disponibilidad de citas o la dificultad para ser atendidos sin cita previa por su médico primario.
“Entendemos la carga administrativa que enfrentan los proveedores, pero cuando el paciente no logra ser atendido o recibir orientación, su única opción percibida es la emergencia hospitalaria”, explicó Maldonado. “En esos casos, es preferible dirigirlos a una sala de urgencia, donde recibirán atención rápida y adecuada, evitando el uso innecesario de los recursos hospitalarios de emergencia”.
El médico enfatizó en que es importante que los proveedores enseñen al paciente a reconocer los signos de alerta que requieren atención de emergencia, pero también a confiar en su médico primario o sala de urgencia para condiciones no críticas.
Por otra parte, destacó que la telemedicina se ha convertido en una herramienta valiosa para mejorar la accesibilidad y la eficiencia en el manejo clínico, especialmente cuando el paciente no puede acudir físicamente a la oficina.
“Los proveedores pueden integrar la telemedicina como un canal alterno para orientar al paciente, renovar recetas, dar seguimiento o identificar si necesita atención presencial o en una sala de urgencia”, añadió Maldonado. “Es una forma práctica de mantener la continuidad del cuidado sin sobrecargar las oficinas o las salas de emergencia”.



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